No hay nada como poder disfrutar de un fin de semana entre amigos y en la montaña. Levantarse pronto a regañadientes pero dispuestos a dar todo lo que se pueda.
Y aunque sea un día en el que la lluvia amenaza y el feroz viento te quiera hacer volar poco a poco vas alcanzando más altura. Todo es ir paso a paso, puesto que si ves toda la cuesta de golpe te puedes desanimar, e incluso dar por vencida. Pero cuando finalmente llegas una sensación de inmenso placer te embarga que minimiza todo el sufrimiento vivido durante el camino.

Y para terminar... ¿qué mejor que una comida?

Todo tiene un inicio y un fin...

...y  hoy inicio mi andadura en el mundo de los blog.

Siempre me ha gustado vivir la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Entiéndase "vivir" como el disfrutar de las características de cada estación. Y es que no hay nada tan apacible como poder disfrutar de las peculiaridades de cada estación. Y si ese disfrute es junto con la familia que te hace reir y sentir viva, es inmejorable.

 

Y es que todos los años, con la excusa de "un puente" nos juntamos todos los tíos, primos y sobrinos en cualquier lugar de la geografía para pasar varios días en compañía mutua. Y no esta nada mal para no olvidarnos los unos de los otros, para fortalecer lazos e incluso únicamente para pasar el rato.

Todavía me acuerdo de cuando era la pequeña de la casa... y es que a veces cuesta pensar que ya no eres una niña. Pero bueno, lo dicho, hoy es mi primer día en el blog, y no se qué tal irá esto, pero alla voy.


Enbaxadoreak garelako hodeiertzean...

...porque somo embajadores en el horizonte.